EL CAMPESINO ANDALUZ QUE FUE ASESINADO EN MAUTHAUSEN-GUSEN

La historia de ANTONIO ESPEJO ARROYO es la primera que queremos publicar que no guarda relación con Valdenoceda. Es la historia de un andaluz vinculado a un Centro Obrero, un campesino humilde, padre de cinco hijos, que se vió obligado a huir de su pueblo, a combatir en multitud de frentes, a exiliarse en Francia, a combatir contra los nazis y que, finalmente y tras ser apresado por éstos, fue trasladado a una prisión alemana y, después, a Mauthausen-Gusen, donde murió asesinado. 

Cuando se produce el golpe de Estado del general Franco contra el Gobierno legítimo de la IIª Repúblca, Antonio Espejo forma parte del Centro Obrero Radio Comunista de su pueblo, en Zuheros, provincia de Córdoba. Allí había nacido el 15 de abril de 1898. Allí creció y allí se casó y tuvo cinco hijos. El mayor, de 10 años. Y a los dos pequeños, gemelos, nunca llegó a conocerlos.

Tras las primeras noticias de gran incertidumbre ante la evolución del golpe de Estado, a primeros de septiembre, y tras conocer la durísima represión que contra los obreros estaban llevando a cabo las tropas sublevadas en las localidades cercanas de Baena y Luque, Antonio decide abandonar Zuheros con dos amigos. Atraviesan los campos de Luque, cruzan el río San Juan y llegan al pueblo jiennense de Alcaudete, ya en zona republicana.

Tras combatir contra las fuerzas fascistas en Andalucía, Castilla y en el frente de Aragón, Antonio se convierte en uno de los miles de republicanos españoles que abandonan nuestro país con dirección a Francia. En mayo de 1939 recala en el campo de refugiados de Agde (departamento de Hérault, región de Occitania francesa). Y unos meses después es trasladado al campo de refugiados de Saint Cyprien. Allí, tras la invasión alemana del territorio francés, se alista en una Compañía de Trabajadores Españoles (CTE) del Ejército francés. Y fue trasladado a la zona de Dunkerque, junto a un grupo de españoles republicanos.

Cuentan las crónicas que el Ejército francés trató a estos españoles de las CTE más como prisioneros que como soldados. Sin embargo, y a pesar del trato degradante, las CTE fueron destinadas a tareas relacionadas con la defensa nacional en localidades situadas junto a la frontera con Alemania. El Alto Mando francés decidió apostar por la estrategia que tan buenos resultados le había dado en la Primera Guerra Mundial: resucitar y reforzar la línea Maginot. Unos 12.000 españoles se dedicaron a construir fortificaciones y reforzar las ya existentes a lo largo de la que debía ser una inexpugnable barrera para las tropas alemanas.

La estrategia francesa resultó ser un absoluto fiasco. En mayo de 1940, Hitler invadió el país por el norte, a través de Las Ardenas, Bélgica y Holanda, rodeando así la línea Maginot. Los ejércitos británico y francés, concentrados en esa zona, se retiraron hacia Dunkerque. En un reducido palmo de terreno junto a las playas del mar del Norte se congregaron más de medio millón de soldados aliados. La desesperada situación provocó que Londres decidiera la evacuación naval de sus tropas en la conocida como operación Dynamo. Entre quienes trataban de huir se encontraba un número indeterminado de republicanos alistados en la Legión Extranjera. En la zona también había seis Compañías de Trabajadores Españoles de las que formaban parte 1.500 hombres, uno de ellos Antonio Espejo. La Royal Navy consiguió evacuar a 225.000 británicos y más de 110.000 franceses. Sin embargo, se impidió embarcar a los integrantes de las Compañías de Trabajadores Españoles al no considerarles miembros del Ejército francés. Todos ellos murieron en los combates o fueron capturados por los nazis.

Antonio fue apresado tras la batalla de Dunkerque (allí combatió en Bray-Dunnes) y fue trasladado a la prisión alemana de Moosburg, con el número de prisionero 65111.

Allí escribió la siguiente carta a su familia:

Anverso y reverso del sobre que contiene la carta manuscrita de Antonio a su familia

Carta de Antonio a su familia, desde el penal alemán de Moosburg, días antes de ser trasladado a Mauthausen

El paso de Antonio por Moosburg fue fugaz. Desde allí escribió esta carta a su familia, en Zuheros. La carta consiguió superar la censura militar de Correos en Córdoba y llega a destino el 26 de agosto de 1940. Días antes, Antonio había sido trasladado ya a Mauthausen, donde es identificado con el número de prisionero 3308.

La escalera de la muerte en Mauthausen, que Antonio subió durante 5 meses en esta campo de exterminio

Tras casi 5 meses en Mauthausen, el 24 de enero de 1941, Antonio Espejo es trasladado al campo de exterminio vecino de Gusen, donde se le identifica con el número de prisionero 9193. Allí murió asesinado el 14 de noviembre de 1941, después de vivir multitud de penalidades en Mauthausen-Gusen durante 15 meses.

Entrada al campo de exterminio de Gusen, vecino de Mauthausen

 

Foto realizada el día de la liberación por los aliados del campo de exterminio de Mauthausen-Gusen. Los españoles fueron los primeros que recibieron a los aliados.

La de Antonio es la historia de miles de españoles demócratas, republicanos, que combatieron al fascismo en España y en Europa, que han sido homenajeados por las autoridades europeas y, por supuesto, por su familia. Es la historia de un andaluz de Zuheros, en la provincia de Córdoba, que soñó con una España más justa y que vió truncado su sueño. Su mujer tuvo que sacar adelante, ella sola, a sus hijos. Y ninguno de estos niños pudo disfrutar de su padre.

Valgan estas líneas como reconocimiento a Antonio Espejo Arroyo.

¡¡¡No olvidamos!!!