Hijas que recogen a su padre. Por fin
Un nieto, emocionado ante los restos de su abuelo
Tres familias acaban de recoger los restos de sus abuelos
Entrega en Valdenoceda
Recogiendo los restos del tío Manuel en Valdenoceda, para llevarle a Membrilla (Ciudad Real)
29 de junio de 2013. Ateneo de Madrid. La familia de Roque González Bueno recupera sus restos
Familia de Francisco Gordón Beloqui. Foto: Elena Alonso
El abrazo. Esta foto ilustra bien el acto. Nora Morales, madre de un desaparecido en Argentina, abraza a Juana, nieta de un preso muerto en Valdenoceda, exhumado e identificado.
El nieto de Cipriano Frías Cámara recoge los restos de su abuelo, identificado. Gracias, familia.
Rafael Bellido recoge los restos de su tío Vicente
Recogiendo a Delfino Campo
Recuperando a Julián Chaves
Recogiendo a Felipe Mora. Foto. Elena Alonso
Nieta y bisnieta, ante los restos del abuelo. Foto: Fuen Benavente
La familia de Nicasio, con Pepe. Foto: Fuen Benavente
Juan, nieto de Agustín, con los restos del abuelo. Foto: Ana López
José espera, impaciente, la entrega de los restos de su padre, ante la atenta mirada de reojo de su hijo Emilio, nieto de Pedro Muñoz Pulido. Qué gran familia. Foto: Rubén Pérez Llarena
Hilda Farfante: DIGNIDAD. Foto: Ana López
Paquita, con los restos de su tío Valentín. Foto: Manuel de Valdenoceda
Juan Pedro Aliaga vuelve a casa, por fin. Foto: Juan Medina. Reuters
Anastasio vuelve a casa 75 años después. Foto: Juan Medina. Reuters
Los sobrinos de Rafael González Secades, con los restos de su tío. Foto: Juan Medina. Reuters
Isabel besa la caja que contiene los restos de su abuelo. Foto: Jokin Garmilla
Modesto, emocionado, recuerda al abuelo Modesto Flores. Foto: Jokin Garmilla
Un honor contar con Ian Gibson. Gracias. Foto: Roberto Saiz
Los nietos de Eustasio Aparicio, de Colmenar Viejo (Madrid), recogen sus restos el 14 de abril de 2018
La familia de Santos Merino, de Carrión de Calatrava (Ciudad Real), recoge sus restos para llevarlos al pueblo
Un abrazo a todos
Gracias
Enhorabuena a todos los familiares, como nieta de un desaparecido – asesinado, comprendo la emoción que han debido de sentir. Y muchísimas gracias a los que lo hacen posible.
Como me gustaria estar en su lugar. Soy nieta de fusilado, me interesa saber como se hace realidad este momento, sobre todo por mi madre que cuenta en la actualidad con 91 años El hecho se produjo en los alrededores de Villafranca de los Barros
Gracias por tu escrito, Patrocinio. En nuestro caso, se ha hecho realidad todo esto porque, como ves en la web, sabemos desde el principio quiénes murieron y dónde fueron enterrados. Es cuestión de localizar a sus descendientes y hacer las pruebas de ADN. En nuestro caso, como decía Hilda farfante, los muertos han buscado a los vivos.
Para el caso de vivos que buscan a sus muertos, es mucho más difícil si no se sabe dónde están enterrados. Puedes preguntar en la ARMH, que tienen un sitio específico de búsqueda de desaparecidos. Y si sabes dónde está, únete a las personas que deseen lo mismo que tú. No esperéis ayudas de las administraciones. Forma un colectivo, reune fuerzas y contacta con la ARMH, con Aranzadi, con personas que quieran ayudar desinteresadamente.
Todo llega. Sé persistente. No cejes. Y ten mucho ánimo. Aparecerán muchas piedras en el camino. Desprécialas.
Un fuerte abrazo