6 de mayo de 2015.-
Las fotos no sólo se miran. También hablan. Ésta es la historia de una familia cordobesa. Es la familia de Gonzalo, que murió en Valdenoceda en 1939. Como quizás habéis leído, la prisión fue abierta en octubre de 1938. Los primeros muertos en este penal fueron enterrados en el cementerio viejo. Pero éste se llenó y las autoridades de la prisión comienzan a ver dónde pueden enterrar a los próximos muertos. Compran una parcela, situada junto al cementerio. Pero mientras realizan los papeleos, mueren dos presos del penal, Gonzalo y Anesio.