23 de junio.-
Hoy es el aniversario de la muerte de GONZALO MUÑOZ TORRES. Nacido y residente en Villafranca de Córdoba, fue hecho preso, juzgado en juicio sumarísimo y trasladado, después de su paso por varias cárceles, a Valdenoceda, donde murió el 23 de junio de 1939. Gonzalo fue enterrado en plena calle. En 2007 (68 años después de su muerte) fue exhumado. Localizada su familia, se le practicó prueba de ADN y sus restos fueron identificados. Se entregó a su familia el 18 de abril de 2015, en Valdenoceda. Su familia nos ha escrito las siguientes líneas:
A GONZALO
Desde lo más profundo de una tierra desconocida y abandonada,
tu presencia etérea abrió una herida.
Ahora tu vuelta no la cura, pero cicatriza.
Para los que quedamos, el primer hola y el último adiós.
Para los que se fueron; no seré yo quién hable por ellos,
pues me educaron para no creer ni en dioses, ni cielos, ni infiernos.
Pero si fuera portavoz de sus palabras,
creo, firmememente, acertar diciendo:
Que ahora y siempre invadió el orgullo de lo que significó tu muerte.
Que ahora y siempre invadió el dolor de tu pérdida.
Que ahora y siempre permaneciste en la memoria.
Que, aunque quisieron, no lograron borrar tu nombre de nuestra historia
Alba Antolín Muñoz, sobrina nieta de Gonzalo Muñoz Torres
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A GONZALO
No te conocí Gonzalo, tío abuelo mío, pero sabía que habitabas en mí.
Soy una mujer sencilla que solo sabe hablar desde la emoción y el sentimiento. No se cómo lo puedo demostrar, pero sé, porque lo he vivido, que el dolor y el sufrimiento se heredan. Y también sé que lo que se oculta se pudre o se acaba descubriendo tarde o temprano.
También sé lo importante que es poder llevar flores a tus muertos. Poder saber dónde están enterrados y poder llorarles sin esconderte.
Tío Gonzalo, eras joven (tenías 21 años). Toda una vida por delante, vida que sacrificaste para que todos los que viniéramos después pudiéramos disfrutar de un país libre. Eso es lo único que sé. No te conocí, pero te admiro. No te conocí, pero para mí eres un héroe, y así voy a hablar de tí, llena de orgullo y admiración.
Por eso quería hacer algo. Porque te lo debo. Te lo debemos. A tí y a todos los que luchasteis por la libertad y la democracia. Tras 76 años alejado de tu familia ya descansas junto a nosotros.
Moriste por tu tierra y en ella has acabado.
No te conocí, pero sé que estás en todos nosotros.
Gracias a tí, Gonzalo, y a todos los que perecieron en Valdenoceda, en las trincheras, los fusilados, a los que lucharon. Y gracias a los que habéis trabajado para devolvernos a Gonzalo.
Patricia Muñoz, sobrina nieta de Gonzalo Muñoz Torres
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