15 de septiembre de 2015.-
Una Voluntaria-Valdenoceda ha localizado a la familia descendiente de TORIBIO NAVÍO VERA, nacido y residente en Villarrodrigo (Jaén), que fue hecho preso, juzgado en un Tribunal Militar ilegal, condenado por adhesión a la rebelión y trasladado en vagones de ganado a la prisión de Valdenoceda (Burgos), en donde murió de hambre el 24 de julio de 1941, hace poco más de 74 años.
Toribio estaba casado. Hasta ahora, sabíamos que el matrimonio tuvo 4 hijos y 1 hija. La hija, que era una niña cuando se llevaron preso a su padre, todavía vive. Su máxima ilusión es ahora recuperar los restos de su padre y poder enterrarlos con su madre. Hemos hablado, también, con varios nietos de Toribio.
Ahora se inicia un proceso que puede ser breve o muy largo. Ojalá tengamos suerte. Como todos sabéis, no hemos podido exhumar todos los restos enterrados en la antigua parcela de Instituciones Penitenciarias. Es posible que Toribio se encuentre enterrado todavía, debajo de alguna de las tumbas nuevas. Pero también es probable que hayamos podido exhumar sus restos. Hoy mismo, el laboratorio va a enviar a la familia el kit para obtener una muestra de saliva, muestra de la que hay que extraer ADN para empezar a cotejarlo con el ADN de los restos exhumados. Esperamos tener suerte.
La tarea, además, como todos sabéis, puede alargarse en el tiempo como consecuencia de la falta de recursos económicos que sufrimos. Ya hemos pedido al Gobierno Vasco nuestro registro como Asociación (lo hacemos en el País Vasco por proximidad a Valdenoceda y por ser la Comunidad Autónoma de residencia del promotor de esta Agrupación, Pepe) y esperamos la aprobación inminente. En caso de que así sea, os escribiremos a todos inmediatamente para que, si lo deseáis, os hagáis socios y abonéis unas pequeñas cuotas que nos ayudarán a seguir con las pruebas de ADN.
Seguimos informando.
Y, mientras tanto, demos la bienvenida a la familia de TORIBIO NAVÍO VERA. Su nombre no lo ha borrado la historia.
Enhorabuena a la familia y gracias a la voluntaria.
Gracias, Julián