Mi abuelo no murió pero sí estuvo preso entre sus muros. Pudo haber muerto perfectamente en esta cárcel burgalesa pero, como otros muchos, resistió y pudo terminar sus días de vida junto a los suyos. Ingresó en ella en noviembre de 1942 procedente de la prisión provincial de Burgos, donde a su vez había llegado desde la prisión provincial de Cáceres a comienzos del verano de 1941.
Mi abuelo, Félix Sánchez Alén, nació el 12 de julio de 1905 en el caserío de La Gloria en Béjar (Salamanca). Era el primogénito de una humilde familia de 6 hermanos. Su padre Juan Sánchez Gómez y su madre Vicenta Alén Puente trabajaban de caseros y jornaleros en la finca bejarana Las Saucedas. A comienzos de la década de 1910, buscando un futuro mejor, la familia Sánchez Alén se traslada a vivir a la localidad pacense de Almendralejo. Allí transcurrirá la infancia, adolescencia y juventud de Félix y en Extremadura conoció a la que años después fue su mujer. Desde bien temprano varios miembros de la familia Alén asentados en Almendralejo, entre ellos mi abuelo, se dedicaron a la profesión de tablajeros/carniceros. Todo parecía mejorar y su condición de obrero pronto le hizo tener un importante compromiso y conciencia social; militó desde su juventud en el sindicato UGT y el partido socialista. Fue llamado a filas en agosto de 1926 prestando juramento de fidelidad a la patria y bandera en mayo de 1927 en la 8ª Batería del 2º Regimiento de Artillería Ligera en Getafe (Madrid). En noviembre de este mismo año será trasladado a cumplir el servicio militar a Larache (Marruecos) donde prestará servicio hasta marzo de 1929. Inmediatamente después, en abril de ese mismo año, se incorporará al 1er Regimiento de Artillería a Pie de Mérida donde permanecerá hasta su disolución en mayo de 1931. Trasladado a Córdoba pasará a situación de reserva a comienzos de 1933.
De vuelta a Almendralejo reanudó su profesión de tablajero y conoció a María Josefa Hernández Rosa con la que contrajo matrimonio en noviembre de 1934. Mariquita (nombre cariñoso con el que se dirigía a ella su padre) había nacido el 19 de agosto de 1905 en Ribera del Fresno, pequeña localidad junto a Villafranca de los Barros (Badajoz), fruto del matrimonio formado por Francisco Hernández García (bracero/jornalero de profesión) e Isabel Rosa Báez. A pesar de la inestabilidad política española de comienzos de los años 30, para las familias de ambos contrayentes eran años de relativa estabilidad y felicidad. En octubre de 1935 nacerá en Almendralejo el primer hijo del matrimonio, Juan Francisco, mi padre.
18 de julio de 1936, estalla la Guerra Civil española. En su avance Almendralejo es tomado por las tropas nacionales el 7 de agosto de 1936. Tras una primera resistencia fusil en mano Félix huye. Mi abuela siempre relató cómo tuvo que salir desesperadamente al campo con su hijo recién nacido en brazos para esquivar el fuego de las tropas sublevadas. Ella pudo volver, el tardará muchos años más en poder regresar.
El día 15 de agosto se documenta el primer fallecido de la familia; Félix Rosa Báez de 47 años de edad, tío carnal de María, hermano de su madre. Fusilado en Almendralejo. Primer muerto.
Unos días después, el 1 de septiembre de 1936, es fusilado -también en Almendralejo- Ricardo Alén Puente, de 62 años de edad, tío carnal de Félix, hermano de su madre. Segundo muerto.
No serán los únicos ni los familiares más cercanos. Saúl Hernández Rosa, hermano de María -nacido en agosto de 1912- con unos 25 años de edad es fusilado en fecha y lugar hasta ahora indeterminados. Nada se sabe del lugar donde reposan sus restos. El padre de María y Saúl, Francisco Hernández García, con 63 años de edad, tras ser apresado por la Guardia Civil en su pueblo natal Ribera del Fresno en abril de 1939, será condenado a muerte y fusilado en Badajoz el 23 de diciembre de dicho año por sentencia de Consejo de Guerra (Causa 10.241). Tercer y cuarto muertos. El dolor y la muerte golpean directamente a la familia.
Félix es hecho prisionero por las tropas franquistas el 25 de julio de 1938 en Campanario (Badajoz). Luchaba con el rango de Cabo en la 91 Brigada Mixta – 4º Batallón dependiente del VII Cuerpo del Ejercito Republicano, 37 División. Quedó asilado en la conocida como Bolsa de la Serena que cayó en poder de las tropas enemigas los últimos días de julio de 1938. Curiosamente, el mismo día de su captura, comenzaba la tristemente famosa Batalla del Ebro. Inmediatamente después de su apresamiento Félix es trasladado al campo de concentración de presos que en la plaza de toros de la capital cacereña habían instalado las autoridades franquistas ese mismo verano. La Comisión Clasificadora de Prisioneros y Presentados le clasifica como preso tipo C (Jefes y oficiales republicanos, dirigentes políticos y sindicales) por su condición de Cabo y militante sindicalista. El 18 de enero de 1939 es trasladado a la Prisión Provincial de Cáceres; ese verano cumplirá entre rejas los 34 años de edad y ese mismo verano un hermano de Félix, José Sánchez Alén, panadero de profesión, será detenido en Almendralejo y sometido a Consejo de Guerra (Causa 32.088). Condenado a 20 AÑOS DE RECLUSIÓN MENOR por Auxilio a la Rebelión cumplió condena, entre otras, en las prisiones de Bilbao (Tabacalera) y Orduña obteniendo la libertad en 1943.
El 15 el noviembre de 1939 Félix comparece, junto con otros 9 presos, ante el tribunal militar cacereño para ser sometido a Consejo de Guerra (Causa 652). Es sentenciado a 30 AÑOS DE RECLUSIÓN MAYOR por un delito de Adhesión a la Rebelión. Ese mismo día cae gravemente enfermo y es directamente llevado al Hospital Militar de Cáceres, donde permanece ingresado hasta comienzos de julio de 1940 en que es enviado de nuevo a prisión. Casi un año después, el 23 de junio de 1941, es trasladado a la Prisión Provincial de Burgos a extinguir condena. Allí permanecerá preso hasta el 22 de noviembre de 1942 en que de nuevo es trasladado, esta vez a la prisión burgalesa de Valdenoceda.
Meses antes de su ingreso en Valdenoceda, el 22 de agosto de 1942, la Comisión Central de Examen de Penas le conmuta la pena de 30 años por la de 20 años de reclusión mayor. Llevaba ya 4 años preso.
En mayo de 1943 saldrá de Valdenoceda para ingresar en el Destacamento Penal de Pedrosa de Valdeporresdonde es sometido a trabajos forzados en la construcción de la línea de ferrocarril Santander-Mediterráneo. Concretamente este destacamento de presos se ocupó de la construcción del Túnel de La Engaña. En el Destacamento de Valdeporres estará algo más de 8 meses, hasta febrero de 1944, en que es trasladado a la prisión de Burgos. A comienzos de agosto de este mismo año -de nuevo- es trasladado a Valdeporres desde donde ya, de manera definitiva, es puesto en Libertad Condicional con Destierro el 23 de octubre de 1944 (BOE núm. 354 de diciembre de 1944). Volvió a Béjar donde murió el 14 de mayo de 1988.
En total habían sido algo más de 6 años de prisión desde que fue apresado en el verano de 1938.
Mi abuelo sufrió la privación de libertad en Valdenoceda desde finales de 1942 hasta mayo de 1943, lo suficiente como para conocer la crueldad y las calamidades que vivieron los cautivos que subsistieron y soportaron las barbaridades que se cometieron entre sus muros. Sin duda alguna vio morir a alguno de sus compañeros y, quizás, en algún momento, pensó que esta prisión seria su propio féretro. Logró sobrevivir. Me consta que el sufrimiento lo llevó consigo el resto de su vida.
Quede aquí la historia y el recuerdo de mi abuelo como honra a los que no lograron sobrevivir a Valdenoceda, a los que la sufrieron, a sus familias y a todos aquellos que -hoy todavía- velamos su memoria para que nunca caiga en el olvido.
Juan Félix Sánchez Sancho.
Madrid, abril de 2016.
Hola Juan Felix. He leído detenidamente tu artículo. Felicidades. Estoy interesado porque Ricardo Alén Puente es mi bisabuelo y estoy buscando información de mis ancestros para hacer mi árbol genealógico. Tu bisabuela y el mío eran hermanos. He intentado localizarte por el nombre completo en Facebook pero no lo he conseguido.
Un saludo afectuoso
Firmado Eugenio García Alén