6 de marzo de 2015.-
Tras el temporal que tuvo lugar en todo el norte peninsular (que se inició a mediados de febrero de 1941), marzo y abril fueron los peores meses, los de mayor mortandad en el penal. Al hambre que ya sufrían los presos en el penal (apenas les daban de comer y los dejaban morir), se añadieron las enfermedades relacionadas con el frío y la propia debilidad de los presos.
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