5 de enero de 2015.-
¿Imagináis cómo serían las noches de Reyes Magos en la prisión de Valdenoceda, helados de frío, muertos de hambre y lejos de la familia? En una noche como hoy, cientos de hombres en Valdenoceda y cientos de miles en toda España estaban lejos de sus familias, represaliados por el simple hecho de pensar de otra manera. Con absoluta seguridad, todos y cada uno de ellos pensaban en sus hijos, en sus hermanos, en sus padres,…. en cómo vivirían esa noche sus familias. También, en Valdenoceda, pensaban en sobrevivir, en pasar una noche más de un gélido invierno de enero, picoteados por las chinches, enfermos y hambrientos. Muchos de ellos soñaban con pan. Como decía un antiguo preso de Valdenoceda, ¿cuánta hambre puede tener un ser humano para que sus mejores sueños sean un simple trozo de pan?.
Mientras, sus familias padecían en la distancia el repudio de muchos vecinos, a la vez que se veían despojados de pertenencias, señalados y acusados de todo tipo de calumnias.
Muchos años después, nosotros vivimos una situación muy distinta de aquella que vivieron nuestros familiares.
Vaya para ellos hoy un recuerdo muy especial en esta noche de Reyes. Nosotros, afortunadamente en la inmensa mayoría de los casos, dedicamos nuestros mejores sueños a otra cosa, no al pan.
Gracias, padres, abuelos, bisabuelos, tíos, hermanos, primos….. Para nosotros, teneros en la memoria es teneros vivos. Gracias por ser hoy nuestra particular estrella fugaz y nuestros propios Reyes Magos.
Por todos ellos, en su memoria, nuestro ENLACE a cómo vivían y morían en Valdenoceda.
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